Don Guerino es una de las bodegas más modernas y hermosas del país, rodeada de un área de 50 hectáreas de viñedos, en un paisaje único que encanta a sus visitantes.
El sueño de la bodega Don Guerino comenzó en el año 2000, en el municipio de Alto Feliz, en la Serra Gaúcha, con la plantación de las primeras vides.
La pasión por la elaboración del vino fue traída desde Italia a Brasil por los primeros inmigrantes de la familia Motter en 1880, y se transmitió de generación en generación.
La Familia Motter lleva consigo la filosofía del vino como expresión de un estilo de vida. Desde sus inicios, el proyecto ha apostado por elaborar vinos de alta calidad, con excelencia y profesionalidad, buscando siempre ser fieles a la tierra de la que proceden.
Sus viñedos están ubicados en el municipio de Alto Feliz en la Serra Gaúcha, la mayor e importante región vitivinícola de Brasil. Su terroir presenta un microclima particular, caracterizado por una constante exposición solar y ventilación, suelos arcillosos profundos y un clima templado.
Priorizando el cuidado de la uva con el concepto de que la calidad nace en el viñedo. Son conscientes de que éste es el punto de partida decisivo y todos los esfuerzos se centran en producir uvas de la máxima calidad.
Al visitar la bodega, una historia nos llamó la atención: dentro de la fábrica se encontraba un Fiat 600-1973, que el enólogo Bruno Motter utilizó durante su carrera de Enología en Argentina. En Mendoza, recorriendo las principales zonas vitivinícolas, se enamoró de las vides y vislumbró la posibilidad de plantarlas en los viñedos de la bodega Don Guerino, en Serra Gaúcha. Donde se presentó el último lanzamiento de la bodega, el primer Torrontés brasileño.
Para obtener más información y programar una visita, simplemente acceda al sitio web de Don Guerino y póngase en contacto.
http://www.donguerino.com.br/pt/contacto